La mayor vulnerabilidad respecto al auto de Red Bull, equipo donde pilotan Max Verstappen y Checo Pérez podría costarles muy caro esta temporada.
El piloto holandés ahora cuenta con tres títulos del Campeonato Mundial de Pilotos, dos de ellos ganados de la manera más dominante que jamás haya visto el deporte.
No sorprende que Red Bull Racing parezca tan controlador como su as de 26 años, pero el GP de Australia de 2024 sugiere que no es tan claro como muestran los resultados.
El equipo de Milton Keynes sufrió el domingo su peor puntuación en Melbourne desde su inútil ronda inaugural de la temporada 2022.
Cuando el equipo se convierte en un equipo de un solo auto con una hazaña de ingeniería diseñada por Adrian Newey debajo del piloto restante, un quinto lugar no es una buena apariencia. Sin embargo, el equipo informó que el único coche que le quedaba sufrió daños en el suelo en Australia, lo que explica en parte la discrepancia.
En una era en la que la carga aerodinámica generada por la aerodinámica de efecto suelo es esencial para tomar las curvas, es innegable que un automóvil no funcionará tan bien con problemas en el piso. El culpable que señaló el director del equipo Red Bull Racing, Christian Horner, fue un desgarro atascado debajo del auto.
Si bien la cantidad de carreras arruinadas que estos pequeños trozos de plástico han causado continúa creciendo, el escéptico que hay en mí no puede evitar preguntarse cómo se habría las arreglado Verstappen en el mismo escenario.
El holandés tenía humo saliendo de su rueda trasera derecha, lo que finalmente tuvo un final ardiente y explosivo. Sin embargo, el actual campeón se mantuvo cerca de Carlos Sainz durante toda la vuelta después de que el español lo adelantara, a pesar de correr esencialmente con un auto de tres ruedas.
Después de adelantar a Fernando Alonso, se produjo el daño en el piso, esas vueltas cayeron a 1:22, alrededor de medio segundo más lento que cuando tenía autos delante de él.
A modo de comparación, corrió principalmente a mitad de 1:20 durante las primeras 15 vueltas de su último stint antes de reducir la velocidad a mitad de 1:21 cuando la carrera se acercaba a su final bajo el coche de seguridad virtual: una caída de un segundo con No se reportaron nuevos daños al subsuelo. Mirando los tiempos de vuelta de Pérez, su falta de ritmo se deba únicamente a la pérdida de carga aerodinámica.
Sea cierto o no, es una frase conveniente para que el equipo la use en su peor fin de semana en más de dos años. Especialmente cuando otra posible explicación podría hacer que su éxito futuro parezca terriblemente frágil en un mercado de conductores tan turbulento.
El equipo debe esperar que esta falta de confiabilidad mecánica de Verstappen no sea el comienzo de más problemas para la escudería.