Sergio Checo Pérez ha estado involucrado en el automovilismo durante toda su vida. Su familia ha significado un apoyo fundamental para él desde que arrancó con su carrera.
Desde el permitirle mudarse a Alemania cuando apenas era un jovencito de 15 años a la actualidad. Desde las gradas y en la intimidad le echan porras para que no deje de buscar el triunfo en cada carrera.
Sergio es hijo de Antonio Pérez Garibay y de Marilú Mendoza. Su padre ha sido aficionado al deporte motor y a partir de ahí impulsó a Checo para que corriera en monoplazas.
Sus hermanos también se adentraron en este mundo desde muy chicos y se convirtieron en pilares para que Sergio llegara hasta donde ningún mexicano había podido.
A continuación te revelamos a qué se dedican tanto Antonio Pérez como Paola Pérez.
Paola Pérez
Paola nació en 1983 y ha hecho historia en el automovilismo desempeñando un papel clave fuera de las pistas. Es la primera mujer en convertirse en manager de un piloto de Fórmula 1, en este caso, su hermano menor.
“En mi casa pues siempre se hablaba de coches de carreras, siempre estábamos viendo los patrocinios, mi papá siempre enseñándonos cómo tocar puertas para pedir el apoyo, entonces fue algo que yo viví y aprendí en casa y que para mí se convierte también en una pasión.
"Mis hermanos estaban metidos dentro del automovilismo y también fue como yo también quiero. Llevo trabajando con Checo full time 12 años, desde el momento que confirmó que era piloto de Fórmula 1 ya estábamos encaminados para yo poder estar junto con él", contó a TV Azteca.
Antonio Pérez
Antonio es cuatro años más grande que Sergio y empezó a correr desde el 2000, cuando apenas tenía 14 primaveras.
Fue campeón de la Serie NASCAR México en el 2015 y a los dos años decidió que ya había logrado sus objetivos y paró para dedicarse a su familia.