Lewis Hamilton se encontró nuevamente en una situación complicada durante el Gran Premio de Mónaco.
No obtuvo la respuesta que esperaba de su ingeniero, Riccardo Adami, y minutos después se cuestionó si había cometido algún error. La escuadra de Ferrari mantuvo el silencio, lo que llevó al piloto a preguntar al finalizar la carrera si Adami estaba enfadado con él.
Hamilton tuvo una actuación sólida en el principado, terminando en quinto puesto y ganando posiciones respecto a la clasificación del sábado. Sin embargo, la frustración fue evidente.
Como ya ha sucedido en diversas ocasiones esta temporada, el siete veces campeón se topó con un entorno tenso en la comunicación con su ingeniero. La relación entre ambos continúa marcada por desencuentros y en Mónaco, el silencio por parte del garaje se hizo notar en dos ocasiones, dejándolo visiblemente molesto.
Mientras pilotaba en la quinta posición, Hamilton utilizó la radio para preguntar si el grupo de líderes –integrado por Lando Norris, Charles Leclerc, Oscar Piastri y Max Verstappen– aún llevaba un minuto de ventaja sobre él. Su ingeniero respondió, pero no aclaró la duda, lo que encendió la irritación del piloto.
"No me respondes a mi pregunta", espetó. Añadió: "Puede que no sea tan importante, pero solo necesito saber si estoy una vuelta atrás o no". Poco después, el piloto cuestionó: "¿He hecho algo mal?", sin recibir respuesta alguna.
Al concluir la carrera, tras finalizar en quinto puesto, Hamilton volvió a dirigirse a Adami con: "¿Estás enfadado conmigo o qué?".
Una vez más, el piloto de 40 años fue ignorado por su ingeniero. La incertidumbre sobre la continuidad de esta relación se mantiene, ya que durante toda la temporada parece que aún no han logrado una comunicación efectiva.