La FIA advierte a quien quiera comprar la F1: Vengan con un plan y usen la cabeza

El presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, hace un llamado a los compradores potenciales de Fórmula 1 no solo para que presenten una gran bolsa de dinero, sino también para que presenten un plan.

Esto se debe a las posibles consecuencias de una adquisición del circuito que hoy le pertenece a Liberty Media.

La semana pasada se rumoreaba que el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita habría realizado una oferta de 20 mil millones de dólares a principios de 2022 para hacerse con la F1.

"Como guardianes del automovilismo, la FIA, como organización sin fines de lucro, se muestra cautelosa acerca de las etiquetas de precio supuestamente altas de 20 mil millones que se colocan en la Fórmula 1.

"Se recomienda a cualquier comprador potencial que use el sentido común, considere el bien mayor del deporte y elabore un plan claro y sostenible, y no solo una gran cantidad de dinero. Es nuestro deber considerar cuál será el impacto en los promotores en términos de mayores costos de hospedaje y otros costos comerciales, y el impacto negativo que esto podría tener en los fans", escribió el dirigente.

Consecuencias

Liberty Media adquirió los derechos por 4 mil 400 millones de dólares en 2017, pero el deporte ha experimentado un enorme crecimiento desde entonces.

A pesar de los desafíos que rodean la pandemia de coronavirus, la F1 ahora está valorada en 15.2 mil millones, pero Ben Sulayem ha advertido a los compradores potenciales a través de una serie de tweets que tengan cuidado al poner una etiqueta de precio en el deporte.

La FIA tiene los derechos comerciales de la Fórmula 1 hasta el 2110, y Ben Sulayem parece preocupado porque un la posible venta por parte de Liberty Media podría tener consecuencias importantes.

Después de todo, una parte que esté dispuesta a pagar tal cantidad querrá obtener una ganancia rápida de tal inversión, lo que podría, por ejemplo, generar costos más altos para poder organizar una carrera.

Esto, a su vez, podría resultar en un aumento de los precios de las entradas, lo que a su vez podría significar que menos fanáticos puedan asistir a las carreras.