Carlos Sainz: En el coche soy un cazador, no una presa

Carlos Sainz ha revelado que sigue siendo impulsado por las palabras de su padre cuando era un niño que ha llevado consigo hasta el día de hoy.

El consejo que le dio la leyenda de los rallies le cambió la vida por completo y lo hizo ser un piloto diferente.

“Una vez que me pongo el casco, trato de ser el animal que caza, no el animal cazado", aseguró en charla con The New York Times.

Durante sus días formativos en el karting, su carácter tranquilo hizo que perdiera carreras, lo que llevó a Carlos Sainz padre a apartarlo y contarle algunas verdades caseras.

“Solía ser muy tímido y solía ser amigo de mucha gente, todos los pilotos de carreras. Cuando llegaba a una pista de karts, me empujaban, me sacaban de una carrera personas que pensé que nunca me harían eso porque nos llevábamos bien fuera de la coche.

“Mi papá me dijo: 'Mira, no es solo en la vida sino también en cualquier deporte que practiques, o muerdes o te muerden. Tienes que ser el que empuja, ser el duro, porque si no lo haces, vas a ser la presa'. Ese consejo cambió mi enfoque y mi carrera", detalló.

"Apenas veía a mi padre"

El piloto español de 28 años ha confirmado que apenas vio a su progenitor desde debido a sus hazañas en el mundo de los rallies en los que se proclamó bicampeón.

Sin embargo, Sainz está convencido de que hay algo en sus genes que lo llevó a convertirse en una estrella de las carreras por derecho propio.

“Mi papá fue bicampeón en la era dorada de los rallies, cuando todos los seguían como locos. En Europa fue enorme.

“Pero eso significaba que no lo veía mucho porque estaba muy ocupado. Hubo años en los que estuvo fuera de casa entre 250 y 300 días al año, y crecí sin verlo mucho", confesó.

"Presión extra"

Carlos fue criticado al principio de su carrera porque había personas que creían que estaba ahí por ser hijo de una leyenda y no por méritos propios.

"Cuando decidí dedicarme a las carreras, entendí que venía con una presión extra, una atención extra porque ahora todos querían ver cómo estaba el hijo de Carlos Sainz.

"Al principio fue difícil porque siendo un niño de 11 años no entiendes por qué mereces tener más atención que los demás. Te acostumbras, supongo", expuso.