Checo ya quiere su revancha, tras el mal sabor del GP de Bahrén

Sergio Checo Pérez espera poder redimirse con Red Bull este fin de semana. El piloto mexicano, al igual que Max Verstappen, tuvo problemas durante el Gran Premio de Bahréin, pero confía en que el equipo volverá más fuerte.

Poco después de que el campeón del mundo se retirara el domingo en Sakhir, Pérez también tuvo problemas con su coche.

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El piloto de 32 años de la escudería austriaca tenía en mente subir al podio, en parte debido al fracaso de su compañero de equipo (había sido cuarto en gran parte del evento), pero ese sueño se vino abajo.

El competidor de Mercedes Lewis Hamilton aprovechó su oportunidad y le quitó el tercer lugar, provocando gran decepción en el mexicano.

"Fue difícil en Bahréin. Estaba a sólo una vuelta de un lugar en el podio al comienzo de la temporada", reconoció después de la carrera.

Pérez tiene la sensación de que el Toro Rojo cambiará esto de inmediato. La próxima oportunidad para eso es este fin de semana, durante el Gran Premio de Arabia Saudita.

“Tengo fe en este equipo y trabajaremos juntos para superarlo. Lo positivo es que tenemos un coche rápido”, avisó.

Además, recordó que "me sentí muy competitivo durante toda la carrera".

Pérez está ansioso por la carrera en Jeddah, que está en el calendario por segunda vez. En la temporada anterior, el mexicano no la terminó, ya que se retiró debido a un accidente.

Sin embargo, el circuito fue del agrado de Pérez la temporada pasada, al igual que de muchos otros pilotos:

"La carrera de la temporada pasada allí fue increíble. Es un circuito muy desafiante y ahora lo será más, dado que competimos con los autos nuevos", sentenció.

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