Carlos Sainz, Charles Leclerc y Ferrari, más de lo mismo en este 2023

Carlos Sainz y Charles Leclerc estrenaron jefe en la figura de Frédéric Vasseur, pero los problemas son los mismos que cuando tenían arriba a Mattia Binotto.

Fiabilidad. El SF-23 era un coche que entusiasmaba mucho. Hoy ha demostrado el mismo gran problema que el que tuvo el F1-75.

El abandono del monegasco por falta de potencia es una muestra de que la Scuderia aún tiene mucho que hacer.

Pero no sólo se trata de eso. Hay otro detalle importante que en Maranello tendrían que estar analizando desde hace días.

El vehículo no está a la altura del RB19, ya no en términos de acabar carreras, sino de velocidad.

Ninguno de los dos pilotos se acercó a lo mostrado por los de Red Bull. El AMR23 de Fernando Alonso también parece estar por encima a la hora de analizar el ritmo.

Carlos Sainz

El ritmo de su SF-23 nunca estuvo a la altura del de Max Verstappen y Sergio Checo Pérez. Estuvo cerca de rebasarlo en la primera vuelta, y nada más.

Carlos se mantuvo en el cuarto sitio durante la carrera, pero en cuanto Fernando Alonso apretó el acelerador, se acabó todo para él.

Tras la pretemporada, el madrileño había avisado que la confiabilidad era fundamental para aspirar a ganar títulos. Eso no existe ahora.

El abandono de Charles Leclerc fue una clara advertencia de que su monoplaza también podría fallar.

Recibió la orden de aguantar su tercer lugar, pero tampoco pudo mantener la velocidad de Alonso.

Si no acabó más abajo del cuarto sitio es porque Mercedes tampoco está bien.

Charles Leclerc

El monegasco sufrió la misma falta de ritmo que Sainz. Aunque estuvo segundo en gran parte de la prueba, no se veía por dónde podría superar a Max Verstappen.

En cuanto Checo lo apretó, su SF-23 no dio para más, se quedó sin potencia y se apagó.

El año pasado la Scuderia tuvo nueve abandonos. La idea era que eso se acabara en este 2023 y no ha sucedido.