Sainz quiere, Ferrari pone trabas

Las negociaciones entre Ferrari y Carlos Sainz se han tornado cada vez más complicadas para el español.

Después de que Ferrari firmara a Leclerc una renovación para blindarlo al menos hasta 2026 por 30-35 millones por año, mientras que Sainz se queda por el momento con un plazo corto, por 12 millones por temporada.

Un presagio además poco alentador, aunque puede que ni siquiera signifique gran cosa, fue la reciente separación de Ferrari de Estrella Galicia, un patrocinador que vale entre 8 y 9 millones al año.

El cervecero español ha apoyado históricamente a Sainz padre desde sus inicios en los rallys, y el propio Carlos, padre, lo había traído a Maranello para fortalecer la posición de su hijo. Es de esos financieros que siguen a un conductor, como hizo Santander con Fernando Alonso.

Bearman, el nombre del futuro

Por tanto, la negociación se ha complicado y hoy ya no apostaríamos nada a una renovación inminente ni nada por el estilo, ya que Vasseur ahora guarda silencio.

No le importaría dejar su huella en el equipo y tener su propio piloto (hoy el sistema de la Scuderia es idéntico al que había instalado Binotto, salvo los sustitutos de los que se fueron) y está presionando fuerte por Oliver Bearman, piloto inglés de 18 años.

Bearman acaba de ascender a tercer piloto de Ferrari no se puede descartar que esté en la mente del director del equipo, como posible socio a largo plazo de Leclerc.

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