El Gran Premio de Brasil de este año podría estar en riesgo por una situación completamente ajena al deporte: las protestas de los seguidores de Jair Bolsonaro.
El aún Presidente de ese país fue derrotado en las elecciones del domingo pasado por el ex mandatario Lula da Silva y quienes votaron por Bolsonaro no están de acuerdo con el resultado.
A partir de ahí se han lanzado a las carreteras bloqueando algunas, provocando atascos de vehículos que no pueden llegar a su destino.
Una de las zonas más afectadas es Sao Paulo, sede del Gran Premio y uno de los bastiones del aún jefe del ejecutivo nacional.
Una imagen que circula en redes sociales muestra a tráilers con el logo de Ferrari completamente detenidos junto a otros coches en la autopista que va del Aeropuerto de Sao Paulo a la ciudad. Esto ha generado rumores respecto a si el fin de semana podrá celebrarse como está programado.
La autoridad ya trabaja
Recientemente un tribunal dio la orden de que esas protestas dejen de afectar las vialidades y se garantice el derecho a la movilidad de los brasileños. Hasta 314 manifestaciones habían dejado los caminos.
El GP de Brasil es el penúltimo de esta temporada y servirá para ayudar a definir quién se queda con el segundo lugar del Campeonato de Pilotos, si Sergio Checo Pérez o Charles Leclerc. Además, Alpine y McLaren buscan quedarse con el cuarto puesto del de Escuderías.