A pesar de que Charles Leclerc hizo un trompo y luego tuvo que ir a pits por perseguir a Sergio Checo Pérez en el Gran Premio de Emilia-Romagna, en Ferrari hay orgullo por su actitud.
Mattia Binotto jefe de la Scuderia valoró la estrategia de su piloto pensando en que realmente podía arrebatarle el segundo lugar de la carrera, algo que finalmente no sucedió.
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"No teníamos oportunidad de atacar a Pérez. Hicimos la parada para reanudar la carrera con el neumático blando. Estuvo cerca de salir bien porque Charles estuvo muy cerca de Pérez
"Para nosotros lo importante era atacar y quedar delante de Sergio. Vimos que había una oportunidad, una posibilidad y fuimos a por ella", expresó tras el GP.
Binotto avisó que una mentalidad de ese tipo jamás será rechazada y mucho menos reprimida desde un equipo acostumbrado a ir por todo, aunque a veces el resultado no sea el esperado.
"Nunca nos arrepentiremos de que un piloto empuje. Es parte de su trabajo, pilotar al límite. No nos arrepentimos. Creo que tomamos la elección correcta", insistió.
"Perdí siete puntos"
Sin embargo, Charles reconoció que salió caro el apostar por manejar de esa manera, porque en vez de asegurar el tercer lugar se arriesgó y acabó sexto.
"Vi la oportunidad y seguí intentándolo. Todos los puntos cuentan y hoy he perdido siete puntos en comparación a los 15 que hubiera tenido siendo tercero. Cada punto es importante y tenemos que aprender de ello para el futuro", admitió.