Parecía que Ferrari iba sobre el camino correcto con Charles Leclerc en una pole position espectacular en el Gran Premio de Hungría y, durante la primera mitad de la carrera del domingo, parecía tener el ritmo necesario para mantener a raya a los McLaren, pero todo colapsó.
El piloto monegasco finalizó a más de 42 segundos del vencedor, Lando Norris, ocupando la cuarta posición. Mientras tanto, su compañero de equipo, Lewis Hamilton, tuvo serias dificultades para posicionarse entre los diez primeros y terminó en el puesto 12.
Aunque parte del mal fin de semana de Hamilton se debió al ritmo insuficiente del monoplaza de Ferrari, la ausencia de un podio para Leclerc se puede atribuir en gran medida a los problemas internos de la escudería. Esta falta de competitividad, tanto en el coche como en el rendimiento del piloto, deja bien claro por qué Ferrari ya no es considerado un verdadero contendiente al campeonato.
El 2024 le había infundido la esperanza de que el equipo estaba en camino a ganar su primer campeonato desde 2008, pero el 2025 se ha convertido en una temporada decepcionante. Tras un prometedor comienzo en el Hungaroring que acabó en un resultado mediocre, el piloto instó a su equipo a escuchar sus preocupaciones, asegurando que él habría manejado de otra manera los problemas de su SF-25.
"Esto es increíblemente frustrante," expresó Leclerc por radio en la vuelta 54. "Hemos perdido toda competitividad, tienen que prestarme atención. Yo habría hallado otra forma de gestionar esos inconvenientes. Ahora el coche es prácticamente inestable; es un milagro si logramos subir al podio."
¿Se debía a un cambio en el equilibrio del coche o a un problema mecánico real? Aún no se sabe con certeza, pero, de cualquier modo, Leclerc siente que su equipo debió haber escuchado sus advertencias. Al final, Ferrari se escudó en un problema en el chasis, factor que el monegasco reconoció después de la carrera como determinante en su declive durante el domingo, sin ser consciente de ello en pista.
Fred Vasseur recibió un nuevo contrato a principios de esta semana
El sábado, la pole position de Leclerc soslayó una tarde complicada para la Scuderia. Fue el propio Leclerc quien desafió la estrategia establecida por Ferrari, instando a su equipo a centrarse únicamente en salir de boxes lo antes posible para evitar el tráfico en pista.
Esa decisión personal le permitió conseguir la pole y demostrar, una vez más, la capacidad de superar las limitaciones de su SF-25, a pesar de tener solo 27 años. Además, el siete veces campeón del mundo, Lewis Hamilton, llegó a sugerir en una entrevista sumamente pesimista que debería ser reemplazado, llegando incluso a describirse a sí mismo como "inútil".
Aunque su sinceridad es encomiable, es evidente que Ferrari no le está brindando la confianza necesaria, reflejado en su lejana sexta posición en el campeonato de pilotos.
Estos problemas con los pilotos se suman a las dificultades evidentes que presenta el coche del 2025, ya que la escudería aún no ha logrado conquistar un Gran Premio en lo que va de temporada. Resulta irónico, sobre todo considerando que Fred Vasseur acaba de recibir un nuevo contrato, algo que no deja de ser sorprendente dado el peso de la presión que el francés enfrentó a principios de año.
Con la entrada en vigor de nuevas regulaciones en 2026, es crucial que Ferrari recupere la confianza de sus pilotos durante el resto de la temporada. De lo contrario, corren el riesgo de verlos buscar nuevas oportunidades en otros equipos tras concluir el año.
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