Carlos Sainz terminó de nuevo sumamente frustrado y molesto tras la gestión de carrera de Williams en Imola.
Sainz terminó en la octava posición en el Gran Premio de Emilia-Romagna, después de tener una mejor posición de arranque en la parrilla al arrancar quinto, por lo que terminó frustrado tras acabar más abajo de lo esperado.
En palabras posteriores a la carrera, Sainz reveló su molestia con Williams y las elecciones de estrategia en la carrera.
"No estoy contento. Soy un piloto de equipo, tengo que obedecer aunque no me parezca lo correcto”, dijo tajantemente Sainz.