"Sainz y Leclerc tienen que crear un conflicto positivo, como Schumacher"

Charles Leclerc y Carlos Sainz deben aprender de la capacidad de Michael Schumacher para impulsar a Ferrari a través de un "conflicto positivo", según el ex ingeniero del equipo Rob Smedley.

A principios del año pasado, había muchas esperanzas de que la Scuderia pudiera competir al frente después de que Leclerc ganara dos de las tres primeras carreras.

Sin embargo, retrocedió en los meses posteriores y Red Bull es ahora la fuerza dominante en la parrilla, con un par de 1-2 en las dos primeras carreras de la temporada.

La situación en la que Charles y Carlos se encuentran ahora no es diferente a la que heredó Schumacher cuando se unió a Benetton en 1996. Smedley cree que los actuales pilotos deben asumir la responsabilidad de ayudar al equipo a superar sus problemas para correr de la misma manera que lo hizo la leyenda alemana.

En ese entonces, el Cavallino Rampante no había ganado un título importante, ni de pilotos ni de constructores, desde 1983 y pasaron cuatro temporadas después de la llegada del alemán para lograrlo.

La sequía actual de Ferrari es aún peor, ya que ninguno de los trofeos ha regresado a Maranello desde 2008.

Schumacher ha sido ampliamente reconocido como la fuerza motivadora detrás de la eventual mejora del equipo para convertirse en la fuerza dominante a principios de la década de 2000 y su persistencia es algo que Smedley cree que Leclerc y Sainz pueden usar para ayudar a Ferrari a volver al frente.

"Conflicto positivo"

Smedley sugirió que el papel del piloto es continuar motivando al equipo a través de comentarios constantes para ayudar a los ingenieros.

“Es el trabajo del piloto atravesar los altibajos. Y si alguna vez necesitas un ejemplo de esto en la historia, es Michael Schumacher.

“Michael, durante todos los momentos difíciles, nunca lo vi ni una sola vez quejarse en privado de las personas o quejarse de una manera que no estuviera creando lo que yo llamo un conflicto positivo", aseguró a Sky Sports.

Al final, Ferrari produjo un buen automóvil con el dominio de la Scuderia a principios de la década de 2000 como uno de los períodos de dominio más legendarios en la historia de la Fórmula 1.

"Tenía plena confianza en el equipo técnico y esa confianza se vio confirmada, así que cuando tuvo que superar los obstáculos, estuvo allí como un factor de motivación y ayudando al equipo.

“Diciendo: 'Está bien, confío en ti, sé que producirás un buen auto'”, agregó.