“Creo que el coche no es fácil de pilotar y a veces impredecible, eso obviamente resta confianza al piloto porque no puedes empujar y no puedes fiarte de que el coche vaya a hacer lo mismo en cada curva de cada vuelta, así que diría que la consistencia no es genial cuando estás al volante”, declaró.
“También es muy difícil encontrar la ventana de funcionamiento correcta para este coche, nos cuesta extraer su máximo potencial y no hay una sola cosa, hay bastantes”, agregó.
“Y aparte de eso, cuando los márgenes son tan pequeños y estás luchando por un punto o dos, a veces tomas decisiones más arriesgadas. En lugar de cambiar algo pequeño antes de la clasificación, cambiamos todo porque sabemos que con el coche que tenemos no conseguiríamos más de uno o dos puntos”, concluyó Alonso.