A pesar de que se encontró con muchas dificultades en su llegada, terminó siendo fundamental en el primer título de Max Verstappen en la máxima categoría. Ganándose el apodo de ministro de defensa y leyenda.
Su segunda campaña comenzó de manera muy fuerte, sin importar los problemas que tuvo su equipo en la primera carrera, Checo logró hacerse con su primera pole durante el GP de Arabia Saudita.
Semanas después llegaría su victoria en Mónaco y su entrada de lleno a la pelea por el Campeonato de Pilotos con Max Verstappen y Charles Leclerc; sin embargo, problemas con su RB18 le impidieron continuar con ese ritmo y forma.
Al final, el mexicano logró gana otra carrera durante el GP de Singapur y peleó hasta el final el subcampeonato del mundo.
Lo que implica
El corredor nacido en Guadalajara habló del significado que tiene para él pilotar en el equipo de Milton Keynes: "Competir para Oracle Red Bull Racing es un gran privilegio, ¿sabes? Con un coche tan potente, tienes casi garantizada la oportunidad de luchar por la victoria cada fin de semana, que es lo que quieres.
"Mi perfil se elevó una vez que me convertí en parte de la familia Red Bull, porque es una marca muy importante. Una cosa realmente crucial es que mi relación con los mecánicos es muy buena.
"Estamos obsesionados con ganar y nos estamos divirtiendo, lo cual es muy importante porque pasamos mucho tiempo juntos. Quiero decir, ¡los veo más a ellos que a mi esposa!", concluyó.