Al principio, el austríaco supuso que el neerlandés enfrentaba un problema técnico, pero cuando quedó claro que se trataba de una maniobra deliberada, su postura se volvió inequívoca.
Verstappen no mostró su mejor versión en España. La carrera transcurrió con normalidad hasta cierto punto, y Red Bull optó por un coche de tres pilotos para acercarse a los McLaren.
Tras la salida del coche de seguridad, activada por la retirada de Kimi Antonelli, el grupo se reagruparon. Inicialmente, Verstappen luchaba contra Charles Leclerc, aunque luego fue tocado por Russell en la primera curva.
El piloto recuperó el carril por la zona de escape y se colocó nuevamente frente a Russell. Más tarde se constató que no tenía obligación de ceder esa posición, pero su ingeniero de carrera, Gianpiero Lambiase, le indicó que lo hiciera. Al ceder la posición, finalmente terminó colisionando también con Russell.
"Realmente no sé qué sucedió, si se debió a la ira. Parecía que enfrentaba dificultades al salir de la cuarta curva", comentó Wolff en F1TV.
En un principio, el jefe de equipo barajó la hipótesis de un fallo técnico: "De repente, la puerta se abrió por completo y él giró bruscamente hacia George. Todo resultó muy extraño y no logro entender la causa de esa repentina pérdida de velocidad".
Cuando el periodista Chris Medland le informó sobre el mensaje del equipo 'GP' indicando a Verstappen que debía ceder la posición, Wolff comprendió la situación.
"En ese momento, se evidenció que era pura impulsividad. Y eso, definitivamente, no puede ser tolerado", concluyó.
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