Toto Wolff, jefe de equipo en Mercedes, defendió a los organizadores del Gran Premio de Las Vegas por lo sucedido en la FP1.
El desprendimiento de unas tapas de alcantarilla provocó que el primer entrenamiento libre del fin de semana de carreras fuera cancelado y que la segunda práctica fuera atrasada.
Una de las tapas dañó el auto de Carlos Sainz de manera severa y provocó la salida de la primera bandera roja del Gran Premio. Debido a "reparaciones en el circuito" la FP1 tuvo que ser cancelada.
Esto provocó una ola de críticas de los jefes de equipo, periodistas y fanáticos en redes sociales.
Preguntado tras lo sucedido en las calles de Nevada, el jefe del equipo alemán dijo: "¡Estamos hablando de una maldita tapa de alcantarilla, en los primeros entrenamientos libres! Dale algo de crédito a las personas que hacen posible este evento y que hicieron este deporte más grande que nunca".
Fred Vasseur, jefe de equipo en Ferrari, señaló que el incidente era "inaceptable" y que los daños a su auto les costarían "una fortuna".